GRISÁLIDA

GRISÁLIDA - Social

jueves, 5 de julio de 2007

Con el pan bajo el brazo

El sorprendente anuncio del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de gratificar con 2500€ a las familias por cada nuevo hijo, ha provocado opiniones encontradas, principalmente en el plano político y económico. Básicamente, unos califican la medida como puramente electoralista y otros la defienden por creer que es sensible a las dificultades de las familias modernas españolas y favorecer el aumento del paupérrimo índice de natalidad del país, situado a la cola de Europa. Me detendré poco en el análisis político de la decisión; me interesa mucho más el trasfondo sociológico de la tendencia que pretende corregir.

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El dato objetivo es que los jóvenes retrasan todo lo que pueden su maternidad/paternidad o directamente renuncian a ella. De los muchos factores que influyen para que sea así, el que en mi opinión destaca sobre el resto es el temor a las ataduras; aunque, en realidad, esto es más consecuencia que causa. Analicemos, por tanto, de dónde nace ese miedo.

La Juventud se ha convertido en un valor en sí misma. Ya no es solo un estadio más del desarrollo biológico del ser humano, sino todo un concepto vital que se considera superior al de la infancia, la madurez y, por supuesto, la vejez. La frase, "lo importante es sentirse joven", no es más que una majadería -lo importante no es sentirse joven, sino sentirse exactamente lo que se es, disfrutando de ello- consecuencia de una cultura que se aferra irracionalmente a una etapa de la vida que se vincula a la felicidad. De hecho, parece que ésta puede alcanzarse exclusivamente durante la juventud. Es lógico que se quiera prolongar el máximo tiempo posible. Incluso, cuando se trata de exaltar la dignidad de la vejez, se recurre a los tópicos de conservar la belleza, aunque sea a través de la cirugía y los tratamientos estéticos, la necesidad de disfrutar de una sexualidad plena, una intensa actividad física y la diversión. Los mismos atributos que se supone, son propios de la Juventud.



Los hijos obligan a dejar de ser joven, entendiéndose Juventud según el concepto antes descrito. Exige adquirir responsabilidades que a su vez conllevan preocupaciones. Además, hay que renunciar a una independencia altamente valorada, limitar la vida social a solas o en pareja, reducir la capacidad de consumo individual en beneficio del interés familiar, perder la posibilidad de disfrutar de una ininterrumpida diversión, y en el caso de las mujeres, sufrir un embarazo que deformará temporalmente su cuerpo, pudiendo suceder que no vuelva a recuperar la elasticidad anterior. Traducido a la práctica, viajaremos menos, dejaremos de salir todos los fines de semana -de jueves a domingo preferiblemente- no nos podremos comprar la última novedad tecnológica, las mujeres dejarán de verse guapas y nos perderemos muchas salidas con los amigos... Y encima, es irreversible. Siempre podremos deshacer nuestra emancipación volviendo a casa de nuestros padres, podemos dejar nuestro trabajo o romper la relación con la pareja con la que convivimos si nos estorba su atadura. Pero no podemos deshacer nuestra maternidad o paternidad. La atadura es para siempre. ¿A alguien puede extrañarle que, dominados por este obsesivo culto a la Juventud, se trate de huir de semejante pérdida de libertad?


Desconozco si nuestros representantes parlamentarios se han preocupado por conocer las causas socio-económicas del problema. En mi opinión, o no lo han hecho y por eso no han propuesto ningún paquete de medidas para enfrentarlas, o una vez valoradas, han concluido que no tienen o no necesitan remedio. Aplaudo la ayuda económica prometida por Zapatero a las familias por cada hijo, dudo de la justicia de hacer el reparto de forma lineal sin tener en cuenta la renta y echo de menos soluciones imaginativas que aborden el asunto de modo global.


* Agradecería muy especialmente las aportaciones de los lectores de Latinoamérica, porque tengo entendido que allí, en general, la situación es mucho más saludable. De hecho, son los inmigrantes latinos los que están sosteniendo el índice de natalidad de España ligeramente por encima de un hijo por familia, como media.



13 comentarios:

Cristian dijo...

Armando:
Muy clara y buena tu postura. en América Latina el tema es mejor que en España, pero en Chile al menos la tendencia es al hijo único por desgracia... se privilegia el bienestar económico por sobre los hijos entre otros motivos. Chile tiene una de las tazas de natalidad más bajas de América. Bendiciones.

Cristian dijo...

Armando:
Los temas que escuchas en mi blog, como el de la hermana Glenda, las saco de www.imeem.com; allí te creas una cuenta, y buscas lo que necesitas. Espero que puedas descargarlas, no se si se puede hacer. Bendiciones.

Mariluz Barrera González dijo...

Armando, esto que comentas de lo que Zapatero ha declarado, en verdad lo desconocía y me enoja mucho, como siempre, el gobierno tomando soluciones convenientes y nada correctas.

En México no tenemos problemas de natalidad, al contrario, hay un exceso de población y creo que por el problema contrario se legalizó el aborto, igual que en tu país se llegó a una solución conveniente pero no se va al origen real del asunto.

Lo que yo he observado en mi experiencia con mis pacientes es que existe en mi generación un miedo terrible a la responsabiidad, a tal grado que los adultos nos sentimos incapaces de educar a otro y hacernos responsable en gran medida de lo que este ser haga con su vida.

Hay mucho miedo a ser autoridad, y por eso ahora la gente pospone el mayor tiempo posible la paternidad; así mismo hay un gran número de madres solteras (ya sea por abandono o por divorcio), y es la mujer la que termina educando, creciendo y manteniendo a los hijos, por que cada vez mas hombres evaden su responsabilidad con sus hijos; por lo mismo las mujeres temen embarazarse de nuevo o peor aún, ahora recurrirán al aborto.

En fín que yo creo que el preservar la juventud y el miedo a la responsabilidad serían para mi dos de las grandes razones para ahora ya no tener hijos.

Un beso.

Miguelo, sc dijo...

Si lo que pretende el Gobierno con esta medida es alentar el aumento de la natalidad en España, sinceramente espero que no tenga éxito como tal. Me decepcionaría sobremanera constatar que en nuestra sociedad el valor más importante para decidir tener hijos sea el puramente económico. Para mí sería otro síntoma de la decadencia de la institución familiar en los países que se autoproclaman desarrollados. No niego ni ignoro que la capacidad económica no sea importante, pero creo que no puede ni debe ser el fundamental y básico.

Coincido plenamente contigo en que, por otra parte, las ayudas en sí se agradecen, aunque creo que no resulta lógico dar la misma ayuda a aquellos que la necesitan como a aquellos a los que no les hace falta.

Y desde luego, hace falta que nuestros gobernantes estudien mejor las causas del descenso de la natalidad y de las dificultades familiares para que articulen medidas mucho más eficaces que la simple donación de una cantidad por hijo.

¿Te has dado cuenta, Armando, de la contradicción que supone el que se nos dé dinero para tener hijos mientras en Canarias se quieren articular leyes de residencia como medida de control poblacional?. El resumen parece ser: hijos y turistas sí, inmigrantes, no. Un retrato que no habla muy bien de nuestra calidad humana...

JORGE dijo...

Hola,

He estado visitando varias páginas católicas, y desde hace un tiempo que me di con la suya, y la visito frecuentemente, ¡Es una bendición!

Acá en Perú, están tratando de aprobar una Ley de aborto "terapéutico" (que de terapéutico no tiene nada, porque no cura nada).

Les comento que en familia participamos en la producción de "Travesía por la Vida', un programa de radio, ahora en internet, en defensa de la vida y la familia.

Lo pueden escuchar en el enlace siguiente:

http://www.espapod.com/CEPROFAREN

Pongo a su disposición el material que se encuentra allí para que hagan uso de él en forma total o parcial, hay secciones largas y cortas de diferentes temas relacionados a la vida y la familia.

Son archivos de sonido del programa en vivo, que sale los días miércoles a las 9 p.m. (hora de Lima) a través de Radio María y se puede sintonizar en vivo por internet en el enlace siguiente:

http://www.radiomaria.org/media/peru.asx

Y como todo tiene un precio en esta vida, les pido que me lo pagues... ofreciendo un Santo Rosario por esta obra, nada más.

Bendiciones y gracias por el aliento que significa entrar a internet, y encontrar su hermosa página.

JORGE CORDERO

Silvia MV. dijo...

Creo que Zapatero ha querido dar un golpe de efecto popular hablando en euros, que es lo que más cala en la gente, aunque creo que otras medidas hubieran sido más efectivas, lamentablemente en el tiempo que vivimos, hay que pensarse y mucho traer hijos al mundo, es triste pero es la cruel realidad.

Armando Vallejo Waigand dijo...

Gracias por sus comentarios.

Cristian: sin duda, como dices, prima el bienestar económico porque en la edad de tener los hijos se cree que es lo que aporta la felicidad. Mucho después, cuando ya no tienen edad para emprender esa aventura se dan cuanta de que se equivocaron. Los hijos traen ataduras y preocupaciones, pero lo que se gana a cambio desequilibra la balanza claramente. Ellos sí que aportan felicidad duradera y no pasajera como los bienes materiales.

Miguelo: los 2500€ de Zapatero, más allá de las interpretaciones electoralistas, son incentivo -como el de cualquier campaña publicitaria que quiere atraer clientes- y no una ayuda a las familias. Y si ofrecemos incentivo económico, hallaremos respuesta económica. Por tanto, opino como tú, el éxito de la estrategia sería el fracaso del valor más hondo de la familia: la entrega y la renuncia por bien del resto de sus miembros. La incoherencia de muchos políticos -la mayoría de los que tienen poder para tomar decisiones- es alarmante. Has puesto un buen ejemplo en relación a la inmigración. A veces, incluso, sus acciones son tan contradictorias que con una ley crean el problema y con la siguiente intentan corregirlo, o viceversa. Rara vez actúan directamente sobre el origen del problema porque sus efectos necesitan más tiempo y ellos 'viven' del presente inmediato. Necesitan que los frutos de su gestión sean visibles inmediatamente, y claro, el problema sigue latente.

Silvia: sí, tiene todo el aspecto de 'golpe de afecto', o dicho de otro modo, de coloridos fuegos artificiales, pero como eso no me consta y por tanto es opinable, he preferido analizar asépticamente la decisión en sí misma. Es verdad que hay que pensarse lo de los hijos. Precisamente, uno de los problemas de nuestra sociedad es lo poco reflexiva que es. Pero pensárselo significa pensárselo de verdad para que no se quede en simple retórica. Hay que analizar los problemas y sus posibles respuestas y las causas reales de nuestra reticencia (por si influye en ella el egoísmo), entre otras cosas.


Abrazos para todos.

hna. josefina dijo...

Está bien que soy de otra generación, pero latinoamericana y la número once de una familia de trece. Gracias a Dios, en la nuestra, las siguientes generaciones también se inclinan por varios hijos. Creo que los que tuvimos la experiencia, no lo dudamos. Aún con las dificultades que supone.
Muy bueno tu análisis de la sobre-exaltación de la juventud. Esto sí que se vive aquí también. Pero los hijos, para muchos, siguen siendo una riqueza, ¡gracias a Dios!
Desde luego que hubiese sido muy distinto en mi casa -¡Y en tantas!- si el Estado hubiera ayudado a la familia numerosa... Y más en estos países que están vacíos. Pero todo esto es secundario.

Daniel Mercado dijo...

Impresionante lo exhaustivo y ordenado de tu exposición. Expresa muy bien la crítica situación de la natalidad en países desarrollados.
Una política de gobierno como esta, traduce un modelo de persona que se propone. ¿Será este el que los españoles han elegido?.
Con respecto a Latinoamérica, no creo que sea más saludable, un alto índice de fertilidad, tiene secuelas en la salud de la madre, tiene otras características. Allí un bono como éste sería una bendición, allí sería un alivio para las familias con más hijos, las más pobres. Pero, como sucede a menudo, el que tiene más, recibe más.
Finalmente decirte que coincido en que el tema es complejo, y su soluión también, porque además de los sociológicos y económicos, estan los aspectos médicos, religiosos, morales y culturales.

Armando Vallejo Waigand dijo...

Sor Josefina: ¡lo tuyo sí que es familia numerosa! En España la mayoría lo calificarían como mínimo de irresponsabilidad porque "no se puede asegurar un futuro a tantos hijos". Quizá no se puede, pero... ¿es que hay que hacerlo? Este podría ser el arranque de un nuevo post.

Daniel: es posible que un elevado número de hijos pueda provocar secuelas a la madre, pero si éstas son asumidas previamente por la pareja, no veo el problema. Otra cosa es que no haya habido una planificación familiar, que imagino es a lo que te refieres, y la familia se vea con un problema no previsto ni valorado. Port otra parte, es cierto que hay que analizar todos los aspectos, pero a mi juicio, por regla general, una familia con hijos (no necesariamente numerosa) tiene una actitud ante la vida más positiva para la sociedad en la que convive que aquellas en las que no hay hijos.

Armando Vallejo Waigand dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
WalkingJungle dijo...

España siempre ha ido a la cola en ayudas a las familias en comparación con el resto de países europeos. Os voy a poner como ejemplo mi familia. Soy la tercera de nueve hermanos, mi madre no trabaja (suficiente tiene con nosotros..) pero gracias a dios nunca nos ha faltado de nada. Aun así, si vivieramos en Luxemburgo, en mi casa ingresarían 2350 euros más cada mes (por parte del Gobierno). Pero no, vivimos en Barcelona, y nunca se nos ha concedido ninguna ayuda ni beca. (ya que la renda supera a la establecida...)
De lo único que nos beneficiamos es del 50% de descuento en los trenes de largo recorrido (por territotio nacional)...
Así que, estos 2500 euros serán bienvenidos por las familias claro, pero lo considero insuficiente para un país que necesita augmentar su natalidad.

Anónimo dijo...

Toda la vida se han traido hijos al mundo por amor y no por beneficio.
La ley de baby cheque, es una tomadura de pelo más del Sr. Zapatero, que no sabe como tener más votos en las próximas elecciones y seguir acomodado en la Moncloa.
Con 2500 euros, los padre no tienen ni para "pipas".
¡Vaya tomadura de pelo!
Saludos