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viernes, 6 de abril de 2007

No hay nadie tan libre como un cura

La frase del título no es mía. La he extraído de un comentario reciente publicado en 'El blog de 21' cuyo autor es el escritor y columnista Juan Manuel de Prada. El contenido del artículo es una reflexión sobre la encuesta realizada a los sacerdotes españoles y las interpretaciones que ha tenido por parte de diversos medios de comunicación.


Mientras que la mayoría se ha centrado en la opinión de los curas sobre el celibato, sobre política o el Vaticano II, de Prada pone el acento en los datos más demoledores en lo que a consenso se refiere; la satisfacción por el trabajo que realizan y, sobre todo, su convencimiento de que si tuvieran que volver a empezar volverían a ser sacerdotes. Es ahí cuando el autor del artículo sentencia: "no hay personas tan radicalmente libres como los curas", y continúa, "la decisión que un día adoptaron los convirtió en hombres a contracorriente, hombres capaces de escuchar una voz interior entre el tumulto de voces confusas con que nuestra época nos aturde, hombres dispuestos a renunciar a formas de vida mucho menos exigentes a cambio de una felicidad difícil y puesta a prueba cada día; cuando se ha sido libre hasta tal extremo en lo esencial, es natural que se sea libre también en lo accesorio". El resto del artículo relata con ternura exquisita el ser del sacerdote, pero es la frase con la que titulo este post y el texto que le sigue los que más me emocionan. Los que me hacen envidiar el espíritu generoso de quien se decide por la entrega total a Dios, renunciando a la vida que la mayoría de los padres sueñan para sus hijos y que después los hijos heredan de sus padres. Esa libertad de la que habla Juan Manuel de Prada, es la que rompe las cadenas del egoísmo, del anhelo de éxito, del reconocimiento profesional, de la prosperidad económica.



Es la misma libertad que yo un día descubrí haciendo el Camino de Santiago, cuando noté la debilidad y fragilidad de mi cuerpo, para después de varios días aceptarla y llegar a amarla. Fue en ese instante cuando dejé de ser débil, porque ya no necesitaba mostrarme fuerte e indestructible; el saberme débil había dejado de hacerme daño. Acababa de liberarme.

Sí. Bien dice el autor, los curas son radicalmente libres. Si los políticos tuvieran sólo la décima parte de su libertad -ante el deseo de poder, el miedo a perder votos, el terror a perder protagonismo, la posibilidad de estar equivocados...- el ambiente sería más respirable y los españoles no nos veríamos unos a otros como enemigos por votar a uno u otro partido.

Y ahora, quien quiera puede seguir alimentando el debate -válido e importante- de si los curas quieren seguir siendo célibes o preferirían poder decidir, pero la realidad que nos muestra la encuesta a los sacerdotes, así como su proceder de cada día en la mayoría de casos, es que más allá de sus inclinaciones políticas y tendencias eclesiales progresistas o conservadoras, su vocación es una y es auténtica. Desde 'Soy cristiano', gracias.

12 comentarios:

Daniel Mercado dijo...

Me ha sorprendido gratamente encontrar un artículo tan bonito. En un tiempo donde parece que sólo se resalta lo negativo de ser creyente y se pone en cuestión, sistemáticamente, una vocación cristiana, es un verdadero gusto encontrar tu blog.

Cristian dijo...

Pucha Armando:
Realmente buena entrada. Efectivamente los curas podemos ser libres por la opción que asumimos. En mi blog muchas veces he hablado de lo feliz que soy en esto, y además lo contento que me pone ver que no dependo de lo que el mundo manda, sino de lo que Dios quiere de mi. Gracias por el artículo y tu dedicación. Bendiciones.

Armando Vallejo Waigand dijo...

Gracias Daniel y Cristian. Si quienes huyen de la vocación consagrada, muchos de ellos buenos cristianos, pudiesen escuchar más a menudo testimonios como los de ustedes, en estos comentarios o en sus respectivos blog, habría más hombres y mujeres entregándose de lleno a Dios, porque notarían la felicidad con la que lo viven.


Cristian, ¿qué es 'pucha'?

Cristian dijo...

pucha... mmmmm... es un chilenismo que casi no tiene traducción... acá la ocupé como un signo de exclamación y alegría. Eso. Bendiciones.

Fraternidad Seminaristas de Chillán dijo...

Hola Armando: con la magia de los blog he llegado al tuyo; muy interesante. Creu que el cura es libre no por sus decisiones personales, sino porque Cristo nos hace libres totalmente; y lo son en el sentido pleno de la palabra libertad, o sea, en la capacidad de elegir el Bien Supremo por sobre cualquier cosa.
Dios quiera un dia pueda ser así de libre.
Un abrazo desde Chile
EDUARDO.

Armando Vallejo Waigand dijo...

Hola Eduardo. Muchas gracias por la visita. La verdad es que da gusto cruzar el 'charco' virtualmente a través de la red porque me estoy 'encontrando' con personas muy interesantes, hermanos en la fe. No sé si valdrá como dato empírico, pero por la participación que noto de cristianos en los blog de países sudaméricanos no me extraña que desde ustedes nos llegue la nueva evangelización. ¡Falta nos hace!

Respecto a tu comentario, es cierto que es Cristo quien hace libres a los sacerdotes, pero antes han tenido que dar el 'Sí' al Señor. Y ese 'sí' es muy difícil de para la mayoría de las personas. Por eso considero que personas como tú han logrado quitarse de encima el lastre del deseo de una vida más cómoda. Es cierto que Dios les ha ayudado a ello, pero ustedes han estado abiertos a esa ayuda. No siempre ocurre así.

Un fuerte abrazo para ti y para todos los seminaristas de la Fraternidad.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola Armando, de nuevo para hacer un comentario sobre tu articulo-reflexión sobre la libertad de lo curas. Estoy muy de acuerdo y tu articulo me hizo recordar una reflexión que escribí allá por el año 74, hace 34 años. Creo que fue en la Provincia, no recuerdo si existía por esos años. Tu lo sabrás, seguro. Tengo muchos amigos curas. Conoceras a Antonio Perera Pérez, pues creo que es el Vicario de la parte norte. Ahora está de párroco de Santidad, un barrio de Arucas. Pues sí, los curas son una bendición de DIOS y unas personas que lo primero que hacen es ser libres, porque para consagrarse al SEÑOR hay que ser libre primero e irse purificando en la libertad cada día más. Seguir a JESÚS es despojarse de todo, porque para servirlo hay que dejar las cosas de este mundo a parte. Estoy pasando por una experiencia que me hace vivir y experimentar, valga la redundancia, esa decisión de morir a todo lo que me puede condicionar en mi entrega y disponibilidad. Experimento mi condición humana que me ata y me doblega y eso me lleva a descubrir que sólo con el SEÑOR puedo vencer. Claro, dar por respuesta el si es algo dificil y muy duro, y nunca lo seremos hasta que el SEÑOR no los permita, pero con el podemos.
El diablo trata de confundirnos y nos intenta llevar a la decisión de decir que no podemos. Nuestra naturaleza humana está predispuesta para dejarse tentar y asceder a la voluntad de la carne: no puedo, pero es ahí cuando entra nuestra libertad y voluntad para decir: no puedo, pero quiero, con tu ayuda venceré. La santidad es,aún sabiendo que yo solo no puedo, querer y creer que con el SEÑOR PUEDO. Y eso nuestros amigos los curas lo saben. Al menos así lo pienso yo. Plabo también lo sabía: todo lo puedo en aquel que me conforta. Y en cursillos solemos decir: CRISTO y yo mayoría aplastante. Puedes leer mi articulo en mi pequeño y humilde blog con respecto al tuyo,¡vaya blog, Armando! Que DIOS te bendiga.
Mi blog es: salvadorp.blogspot.com Me gustaría que me dieras tu opinión. Un saludo.

Salvador Pérez Alayón dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Armando, mi último comentario se refería a que no lograba establecer un vinculo para desde mi blog ir a mi comentario. Pone publicado por Salvador y entra directamente en el articulo y no en mi comentario concreto. Sin embargo en el otro comentario: el voto egoísta, si lógré que vaya directamente a lo que comenté en tu blog. Creo que es un link, pero no sé hacerlo en el último. Sin embargo lo voy a poner como pueda con tu permiso. También te voy a enviar un mensaje como amigo para si puedes y tienes tiempo leas el articulo y me des tu opinión sincera. Un saludo.

Armando Vallejo Waigand dijo...

Hola Salvador. Muchísimas gracias por las molestias que te has tomado en leer y escribir en SOY CRISTIANO, y por tus amables palabras.

Creo que en el fondo lo que todo ser humano busca es la libertad porque intuye que se parece mucho a la felicidad, y cuando conocemos a personas que se han acercado a ella nos admiramos de su don. El camino no es sencillo ni corto, repleto de baches, como dices, pero merece la pena recorrerlo sabiendo que al final está nada menos que la libertad, la felicidad... Dios.

Me encanta la frase «Cristo y yo mayoría aplastante». No la había escuchado.

Por cierto, sí que conozco a Antonio.

Un abrazo.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Muchas gracias Armando, se produce lo que ocurre cuando está CRISTO en el medio, la amistad nace limpia,generosa,incandescente. ÉL nos une y sin conocernos somos capaces de amarnos como ÉL nos amó. ¿La frase? Se usa mucho en Cursillos de Cristiandad. No se sí has vivido alguno, pero de no ser así te invitaría a hacerlo, es una experiencia única donde se experimenta la Gracia del SEÑOR entre un grupo de gente que no conociéndose de nada, en tres días se entregan totalmente. Podias escribir mucho sobre ello. Un abrazo y gracias en CRISTO.

Anónimo dijo...

Buen comienzo