GRISÁLIDA

GRISÁLIDA - Social

miércoles, 7 de febrero de 2007

Exhibicionismo o testimonio


Un grupo de jóvenes, cargados de energía y con deseos de cambiar el mundo, debate sobre la conveniencia o no de salir a la calle más exclusiva de su ciudad, con aspecto desaliñado y sucio, pidiendo limosna 'para un bocadillo', interrumpiendo la paz de la que por regla general goza el barrio. Al final de la escenificación, los mismos 'mendigos' y 'drogadictos' exhibirían unas pancartas en las que se podrían leer palabras como, '¡culpables, cómplices, ricos insensibles!'... David opina que la provocación servirá de gancho para la presencia de los medios de comunicación que se harán eco de las desigualdades que ellos denuncian, y por tanto, ¡objetivo conseguido! Yessica no está de acuerdo y apunta que el efecto será el contrario. Cree que muchos pensarán que un grupo de jóvenes rebeldes, inconformistas y gamberros, han tomado la calle, provocando y asustando a los vecinos.

En esta misma encrucijada nos hallamos cuando presenciamos acciones que están a caballo entre heroicas y temerarias de los voluntarios de Greenpeace jugándose la vida ante un gigantesco navío ballenero o petrolero, o las encendidas protestas de grupos ecologistas impidiendo la construcción de una carretera que llevaría prosperidad -y servicios sanitarios dignos, entre otras cosas- a una población semi-aislada, o las escenas que protagonizan en la calle algunos colectivos homosexuales como reivindicación de sus derechos. Entonces surge la pregunta, ¿testimonio o exhibicionismo? ¿Dónde está la frontera que separa lo uno de lo otro?

En el caso de los cristianos, como sucede con cualquier colectivo que con el tiempo ha ido adquiriendo complejos -dejaremos para otra ocasión las causas- la pregunta tiene doble filo. Una respuesta conservadora nos llevará, a la larga, de vuelta a las catacumbas romanas, de las que muchos opinan, nunca debimos haber salido. Por contra, la opción 'soy cristiano', nos conduce, en el mejor de los casos, a diferencia de los ejemplos arriba expuestos, a la burla y a la 'soledad'. Es así, no está de moda ser cristiano, más bien lo contrario. Y con todo, hay quien decide proclamar que es creyente, cristiano y católico... Mi amiga Tere me habló en una ocasión de un empresario conocido suyo. En su tarjeta de presentación aparecía, junto a su nombre, cargo en la empresa y teléfonos, el texto: "cristiano comprometido"; según él, porque precisamente esas palabras eran las que mejor le definían y le ayudaban a recordarse a sí mismo que se es cristiano las veinticuatro horas del día, en casa y en el trabajo.

Creo firmemente que la afirmación pública de la fe y la argumentación cristiana, siempre que sea posible y necesaria -normalmente lo es-, servirá para recuperar poco a poco el respeto en gran medida perdido, para desprendernos de ridículos complejos, volver a sentirnos familia y, por supuesto, ser testigos del Reino en el mundo.

3 comentarios:

Nazaret Glez Gil dijo...

¡Hola! Pues sí, cada vez los cristianos lo tenemos más difícil. Las personas que optamos por seguir (o por lo menos por intertarlo) los pasos del Señor, creo que nos encontramos con muchas barreras en la sociedad actual. Sobretodo a los jóvenes se nos hace muy difícil poder gritar ¡Somos cristianos! Pues si lo hacemos inmediatamente producirá cualquier tipo de reacción sobre las personas que están a nuestro alrededor. Lamentablemente la mayoría de las reacciones que se producen son negativas y de burlas. Te miran como diciendo: ¡Mira tú...lo que está diciendo!.
Los jóvenes cristianos a veces nos vemos sometidos a ocultar lo que verdaderamente sentimos o a descubrirnos de una manera suave, para que no intentar que no se produzca ningun tipo de rechazo hacía nosotros o mejor dicho hacía "la vida" que hemos decidido seguir.

En fin...

Saludos. Armando.

P.D: vaya curro el que te estás pegando con este blog.

Anónimo dijo...

no a veces, sino siempre es mejor decir la verdad, si somos cristianos y no lo decimos nuestra vida es una mentira, Que Dios nos de el valor de decir siempre las cosas como son, Jesús nunca se canso de decir la verdad y por matener y hacer eterna esa verdad para nosotros entrego su vida. Creo que nosotros solo en situaciones extremas dariamos nuestra vida o moririamos por nuestra fe. Pero es un desafio dar todos los días mi vida en ofrenda al pobre, al necesitado y tambien al que cree tenerlo todo.
dijo Jesús:
"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos".
Juan 15:13
Alejandro Palacios
alexto_28@hotmail.com
Capitan del Ejercito de Salvación
Bahia Blanca, Argentina

Anónimo dijo...

Para mi no es tanto el decir soy, como el "ser" en verdad cristiano. Pero claro, esto supone mucho... y hasta ahora los que nos "decimos" y no "somos" hemos mostrado tantas incoherencias en la vida que es normal.... Yo con vosotros, asumiendo que tendré que recomenzar mi camino mil y una veces por mis tropiezos, pero me propongo llegar a "ser" cristiano. Supone tomar la vida con la mirada, la acogida, el servicio, la manera de ser con los otros de Jesús de Nazaret. Todo un reto.
Un abrazo a todos lo que lo intentan de corazón.